Año: 1925
Duración: 50 minutos
Dirección: Juan Pérez Berrocal
Producción: Apolo Films, Bartolomé Giraudo
Guión: Juan Pérez Berrocal
Fotografía: Gustavo Bussenius
Interpretes: Juan Pérez Berrocal, Clara del Castillo, Tomás Medina
Sinopsis
Fresia es una joven hermosa e inocente que vive junto a su anciano padre y su hermano en una rica hacienda del sur de Chile. Fresia al conocer al hijo del dueño de la hacienda se enamorará de él, ignorando no sólo que el padre de éste se hizo rico quitándole la fortuna al padre de ella, sino que también que su nuevo amor sólo la verá como otra conquista pasajera, lo que dará la oportunidad a su hermano para recuperar la honra de la familia.
Reseña
“Canta y no Llores Corazón” forma parte, junto a “El Húsar de la Muerte” (1925) de Pedro Sienna y “El Leopardo” (1926) de Alfredo Llorente, del pequeño grupo de películas chilenas rescatadas y restauradas del período mudo de nuestra cinematografía.
Realizada por el actor español avecindado en Chile Juan Pérez Berrocal, quien debuta en la dirección con este filme en donde también oficia como guionista y protagonista. “Canta y no Llores Corazón” fue realizada en Concepción y responde a la estructura del melodrama, como bien se infiere del subtítulo que sigue al nombre de la película: “o el precio de una honra”. La película fue tuvo su preestreno el 23 de diciembre de 1925 en el Teatro Rialto de Concepción, para ser estrenada oficialmente el 28 de diciembre del mismo año en el Teatro Victoria de Santiago. El filme obtuvo el beneplácito del público y la crítica tanto en Santiago como Concepción, donde tuvo su estreno oficial el 11 de febrero de 1926. Pérez Berrocal seguiría con su labor cinematográfica, oficiando como director y protagonista de los filmes “Destino” (1926), “Vergüenza” (1928) y Hombres del Sur” (1939), además de la película “Una Canción de Amor” (1930), la cual dirige pero no protagoniza. Lamentablemente los filmes de Pérez Berrocal permanecen perdidos, destino que también hubiese tenido “Canta y no Llores Corazón” si no hubiese sido por el trabajo de un grupo de audiovisualistas de la Octava Región integrado por Rodrigo Sáez, Francisco Inostroza y Marcia Orellana se dieron a la tarea de investigar y hallar el filme, el cual encontraron en una bodega del Teatro Concepción. Gracias al apoyo del Fondart Regional del año 2002 se pudo realizar la restauración del filme, proceso a cargo de Carmen Brito y que contó con la participación del músico Edgardo Campos en la composición de la música original que acompaña al filme.